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Interacción laboral con
PCD visual
¿Sabía usted que la discapacidad visual refiere tanto a las personas ciegas y a las de baja visión?
La presente guía comprende una serie de puntos que sin duda facilitará su convivencia con personas que presentan alguno de estos dos tipos de discapacidad visual.
Al saludar a una persona con discapacidad visual dígale su nombre para que él/ella sepa que se trata de usted.
Háblele por su nombre o toque uno de sus brazos para iniciar una conversación.
No se disculpe por utilizar las palabras ver, mirar, observar, etc., ni evite utilizarlas.
Para ayudar a una persona ciega o con baja visión grave a desplazarse, ofrézcale el brazo para que pueda sujetarse de usted y caminar juntos. Deténgase un momento frente al escalón, escalera o rampa y avísele que van a subir o bajar.
Si se trata de una persona con baja visión funcional, probablemente le dirá que puede seguirle sin dificultad y que no requiere el apoyo de brazo.
Evite tomarle del brazo, empujarle hacia adelante o controlar su bastón o perro guía. Procure dirigirle en línea recta, indicándole los obstáculos que hay por ese camino.
Para subir una escalera fija o eléctrica, avísele si sube o baja y coloque su mano sobre el barandal o pasamano giratorio.
Para ayudarle a ubicar la silla para sentarse, tome su mano derecha y colóquela sobre el respaldo de la silla o sobre el brazo del sillón para que identifique el tipo de asiento y se siente sin dificultad.
Pida a sus compañeros de trabajo que procuren dejar cerrados cajones, completamente abiertas o cerradas puertas o ventanas, y que le avisen cuando cambien algún mueble de lugar.
Al entrar o salir de un lugar donde se encuentre algún empleado con discapacidad visual salude o despídase en voz alta para que él/ella sepa que ha llegado o que se retira.
Al hablar de una persona con discapacidad visual evite referirse a él/ella como minusválido, o usar diminutivos tales como cieguito, enfermito, malito. En todo caso es correcto
Utilice los términos persona con discapacidad visual, persona ciega o persona con baja visión, según sea el caso.
Si una persona ciega le pregunta sobre cómo llegar a algún lugar determinado, dele indicaciones claras del sentido en que debe dar vuelta o seguir adelante.
Los perros guía no son mascotas, son perros de trabajo, por lo que lo mejor que puede hacer es ignorarlos.
Evite hablarle o acariciarle cuando se encuentre trabajando, es decir, cuando lo vea con el arnés puesto, pues podría distraerse o causar algún accidente a su amo.
Si en la empresa se cuenta con algún perro de seguridad, lo mejor será sujetarlo bien y alejarlo para evitar accidentes.
No le ofrezca golosinas ni alimentos.
No explique sobre como llegar a algún lugar al perro guía, sino a la persona con discapacidad visual.
Para ayudarle a desplazarse, párese de su lado derecho y ofrézcale el brazo izquierdo para que se sujete de usted, de tal modo que el perro guía quede a la izquierda. También puede ir usted por delante para que el perro guía le siga por instrucción de su amo.
No corra ni tome del brazo a una persona ciega que camina con un perro guía sin antes hablarle.
No intente manipular el arnés o darle instrucciones al perro guía.
Los perros guía tienen lugares y horarios predeterminados para evacuar esfínteres.
Los perros guía están entrenados para viajar en todo medio de transporte, echado a los pies de su amo ciego, sin causar molestias a los pasajeros, dentro y fuera del país.
Los perros guía están entrenados y autorizados para entrar y permanecer junto a sus amos en todo tipo de establecimientos, tanto de salud como en centros comerciales, restaurantes, supermercados, cafeterías, cines, teatros, centros de estudio o trabajo, etc.,
En el lugar de trabajo, los perros guía no vagan a su arbitrio por todos lados, sino que deben permanecer echados a los pies de su amo ciego.
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